9 de febrero
BREVE BIOGRAFÍA

Texto tomado de: maronitas.org
El libro «Historia Religiosa» de dan Teodoreto de Cirrus (ca. año 440 d.C.) es nuestra única fuente sobre la biografía de San Marón. Teodoreto describe la vida de los ermitaños en Cirrus y sus alrededores. En el capítulo XVI el autor menciona que san Marón era uno de esos ermitaños y que ejerció una enorme influencia sobre sus discípulos.
La diócesis de Cirrus se encuentra en el actual norte de Siria y en aquella época los romanos habían dividido Siria en tres regiones administrativas: Siria Prima (Cale-Siria), Siria Secunda (Salutaris) y Siria Tersa (Euphratia) con Antioquía, Apamea y Hierápolis (o Membej) como capitales respectivamente.
Las regiones situadas entre el sur de Apamea y las fronteras meridionales libanesas se dividieron en dos partes: la Fenicia libanesa con Homs -y después Damasco- como metrópoli, y la Fenicia marítima o costera con Tiro como metrópoli. La diócesis de Cirrus, con Teodoreto como obispo, estaba al oeste de Eufrasia. Cirro estaba a una distancia de dos jornadas al noreste de Antioquía y a unos 70 kms al noroeste de Alepo.
La sede de esta diócesis era Antioquía, fundada por san Pedro apóstol antes de su marcha a Roma. Teodoreto menciona que cuando san Marón decidió llevar una vida de aislamiento, se dirigió a una escarpada montaña a medio camino entre Cirrus y Alepo. Allí había un enorme templo pagano para el dios Nabo del que se derivó el nombre de la montaña y del pueblo vecino Kfarnabo. San Marón consagró el templo al culto divino cristiano.
El modelo de su vida tuvo una gran influencia en sus discípulos que siguieron su ejemplo y fueron «como plantas de sabiduría en la región de Cirrus». Y La santidad de san Marón se dio a conocer en todo el Imperio. San Juan Crisóstomo le envió una carta hacia el año 405 d.C. en la que le expresaba su gran amor y respeto y le pedía que rezara por él.
San Marón murió hacia el 410 d.C. y quiso ser enterrado en la tumba de Santa Zabina en Kita, en la región de Cirro. Sin embargo, su voluntad no se ejecutó porque los habitantes de diferentes pueblos querían que fuera enterrado en sus ciudades.
La descripción que hace Teodoreto del lugar de enterramiento de san Marón apunta a la populosa ciudad de Barad, en las proximidades de Kfarnabo. En esa ciudad se construyó una enorme iglesia hacia principios del siglo V d.C. En el interior de esta iglesia había un sarcófago que posiblemente contenía el cuerpo de san Marón.
Según una tradición maronita, los seguidores de san Marón llevaron las reliquias del Santo, especialmente el cráneo, al Monasterio de San Marón o Beit Marón construido en el año 452 d.C. entre Hama y Alepo en Siria. El cráneo fue llevado al Monasterio de San Maró en Kfarhay, Batroun (Líbano) hacia finales del siglo VIII.
El patriarca beato Esteban Douaihy escribió:
«Cuando Youhanna (Juan) Marón se instaló en Kfarhai, construyó un altar y un monasterio con el nombre de “San Marón” y puso el cráneo de san Marón dentro del altar para curar a los fieles. Por eso el monasterio se llama “Rish Mro"”(siríaco) que significa “cabeza de Marón”».
Más tarde, el cráneo de dan Marón fue llevado a Italia. En 1130 d.C. uno de los monjes benedictinos llegó a la región. Este monje era el rector del Afonasterio de la Cruz, cerca de Foligno-Italia. Durante su visita oyó hablar del cráneo de san Marón, y al regresar a casa divulgó las virtudes de san Marón. De hecho, se construyó una iglesia con el nombre de «San Marón» en Foligno.
El obispo de Foligno llevó el cráneo a la ciudad en 1194 d.C. y lo colocó en la iglesia de la diócesis. Los fieles de la ciudad hicieron una estatua de plata para san Marón y colocaron el cráneo en ella. Durante su estancia en Italia en 1887, el obispo de Foligno entregó al obispo Youssef el-Debs algunas reliquias del cráneo de san Marón.
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