«Estad preparados»

Beato Guerric de Igny (c.1080-1157)

Abad cisterciense

1er Sermón Adviento

"Reboso de esperanza en tu palabra" (Sal 118[119],81 Vg).

El alma no tiene una simple esperanza en Dios; rebosa de esperanza, esperanza tras esperanza, como prueba tras prueba, demora tras demora. Estoy absolutamente seguro de que al final "aparecerá y demostrará que no me ha engañado"; por eso "a pesar de la demora que me imponga, seguiré esperándolo confiadamente, porque ciertamente vendrá y no tardará" (Hab 2,3 Vg) que el día más oportuno.

¿Cuándo será ese día oportuno? Cuando se haya completado el número de todos estos hermanos nuestros (Ap 6,11) y se haya cumplido el tiempo de la misericordia señalado para la penitencia, escucha a Isaías… cuéntanos con qué designio el Señor aplaza el juicio por un tiempo: «El Señor se demora para tener misericordia de vosotros y así ser glorificado por haberos perdonado. El Señor es un Dios de juicio; dichoso el que espera en él» (30,18).

Así pues, si eres sabio, mírate a ti mismo y mira cómo estás usando este retraso. Si eres pecador, no seas descuidado sino aprovecha la oportunidad para arrepentirte. Si eres santo, se te da el tiempo para progresar en la santidad, no para alejarte de la fe. Porque si el siervo malo decía en su corazón: “Mi Señor tarda en venir”, y cometía crueldad con sus subordinados, hasta el punto de darse a banquetes y juergas con compañeros borrachos, llegará un día que él no sabía, en el que el Señor de aquel siervo volverá y lo señalará y le dará un lugar entre los hipócritas.

Esta es la manera correcta de esperar al Señor, cumpliendo su promesa. Aunque podamos perder el consuelo de su presencia, no debemos mirar a nuestro alrededor con adúlteras intenciones, sino esperar en suspenso su regreso. El Señor dice esto en el mismo profeta: “El pueblo esperará en suspenso mi regreso” (Os 11,7 Vg). Es muy conveniente que el pueblo esté en suspenso, por así decirlo, entre el cielo y la tierra, sin poder comprender todavía los asuntos celestiales, pero prefiriendo no tener contacto con los de la tierra.