«Comenzó a enviarlos»

San Carlos de Foucauld (1858-1916)

Ermitaño y misionero en el Sahara.

Carta a Joseph Hours, 3 de mayo de 1912

¿Ser apóstol? ¿Cómo? A través de aquellos a quienes Dios pone a disposición. Los sacerdotes tienen sus superiores que les dicen lo que deben hacer. Los laicos deben ser apóstoles hacia todos aquellos a quienes alcanzan: parientes y amigos, pero no solo ellos; la caridad no se limita, abraza a todos los abrazados por el Corazón de Jesús.

¿Por qué medios? Lo mejor posible, teniendo en cuenta a aquellos a quienes se dirigen. Pero con todos aquellos con quienes se relacionan, sin excepción, con la bondad, la bondad, el amor fraternal, el ejemplo de la virtud, y con la humildad y gentileza que siempre resulta tan atractiva y tan cristiana. Con algunas personas sin siquiera decirles una palabra sobre Dios o la religión, siendo paciente como Dios es paciente, bueno como Dios es bueno, siendo un hermano tierno y orante. Con otros más, hablándoles de Dios en la medida que puedan soportarlo. Tan pronto como empiezan a pensar en buscar la verdad, a través del estudio de la religión, poniéndolos en contacto con un sacerdote cuidadosamente elegido y capaz de hacerles el bien. Sobre todo, ver un hermano en cada persona.